En pleno verano, la temperatura del frigorífico se convierte en un tema clave para mantener frescos nuestros alimentos y bebidas. Sin embargo, la mayoría de las personas se engaña al configurar la temperatura del frigorífico, lo que puede suponer un aumento significativo en la factura eléctrica. Según expertos en eficiencia energética, una configuración incorrecta del frigorífico puede hacer que el consumo de energía eléctrica se dispare, lo que puede suponer un aumento del 50% en la factura eléctrica. En este artículo, descubrirás cómo ajustar la temperatura del frigorífico para reducir la factura eléctrica en un 50%, ahorrando dinero y reduciendo tu huella de carbono.
El calor veraniego y el consumo del frigorífico: consejos para ahorrar
El verano está a punto de terminar, pero las temperaturas siguen siendo de récord en algunos puntos de España. El ventilador y el aire acondicionado son el aliado perfecto para muchas personas, pero también una bebida fresca o un helado. Sin embargo, el calor se termina convirtiendo en el peor enemigo de los frigoríficos.
La temperatura ideal del frigorífico
Estos electrodomésticos tienen que realizar un trabajo adicional para enfriar el interior si la temperatura es muy elevada en la cocina. A esto se suma que la nevera se suele abrir con más frecuencia para coger agua fría o refrescos, así que se puede disparar el consumo. Ajustar la temperatura de la nevera es crucial para mantener los alimentos frescos y ahorrar unos euros en la factura de la luz.
La temperatura ideal de un frigorífico es entre 4 y 6 grados durante todo el año, aunque en verano se recomienda bajarla para compensar el calor ambiental. La clave está en bajar uno o dos grados en base al modo habitual del resto del año y controlar que no enfríe demasiado.
Configurar un frigorífico con modos de temperatura
Algunos frigoríficos más antiguos no tienen un panel desde el que configurar la temperatura, sino diferentes modos que ajustan la potencia. La configuración estándar para todo el año si tiene 5 posiciones será la tercera, esta temperatura es suficiente para mantener frescos los alimentos si no hace demasiado calor.
En verano debes bajar la posición a la número 2 para compensar la temperatura exterior y las veces de más que puedes abrir la puerta. Los frigoríficos con modos del 1 al 7 tendrán el 4 como temperatura predeterminada durante todo el año, y los modelos del 1 al 10 tendrán el 6. Estos ajustes se acercan a los 5 grados, aunque puede variar ligeramente en base al fabricante y el modelo.
Trucos para controlar el consumo del frigorífico
La temperatura de la nevera a veces no coincide con el modo seleccionado y puede variar debido a problemas técnicos, la configuración del fabricante o la antigüedad del electrodoméstico. Algunas personas utilizan un termómetro dentro de la nevera para comprobar si funciona correctamente.
Si colocas el termómetro en una de las paredes o sobre una balda, los valores estarán algo alterados y puede marcar que la temperatura es más baja, así que puedes colocarlo dentro de un vaso de agua. Después de unos 20-30 minutos, el termómetro marcará la temperatura real.
Otros factores que aumentan el consumo son una mala circulación del aire o sobrecargarlo demasiado. El electrodoméstico se debe instalar al menos con unos 5 cm de espacio libre en los laterales y 10 cm en la parte superior para evitar el sobrecalentamiento.
Si quieres ahorrar dinero en la factura de la luz también debes controlar el número de veces que abres las puertas y el tiempo que permanecen abiertas. El frigorífico trabajará más para mantener la temperatura debido al calor del exterior, lo mismo sucede si introduces alimentos calientes.
Por último, es importante mencionar que no deberías colocar imanes en la nevera, ya que pueden afectar su funcionamiento.
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