Quentin Tarantino confiesa su debilidad por una película de terror clásica, pero admite que no logró superar su secuela de culto

Quentin Tarantino confiesa su debilidad por una película de terror clásica, pero admite que no logró superar su secuela de culto

El reconocido director de cine Quentin Tarantino ha sorprendido a sus fans al confesar su debilidad por una película de terror clásica que ha marcado un antes y un después en la historia del género. En una reciente entrevista, Tarantino reveló su pasión por esta película de culto, que ha sido objeto de inspiración para muchos cineastas y aficionados al terror. Sin embargo, el director de Pulp Fiction y Reservoir Dogs también admitió que no logró superar la secuela de esta película, considerada por muchos como un clásico del terror. ¿Cuál es la película que ha cautivado al director y qué es lo que no logró superar en su secuela?

Quentin Tarantino confiesa su debilidad por un clásico de terror, pero admite que su secuela le falló

Cada año se estrenan en todo el mundo un montón de películas de terror, la mayoría de ellas manteniéndose fieles a todos los tópicos del género. Sin embargo, si hubiese que hacer una lista con los grandes clásicos del género, probablemente diese con los dedos de las manos: El exorcista, Pesadilla en Elm Street, Viernes 13, La noche de Halloween, Poltergeist… De unos cuantos films que, de una forma u otra influyeron en el cine de miedo, han surgido prácticamente todas las demás.

Y, por supuesto, a este selecto grupo también pertenecería La matanza de Texas. Un clásico con mayúsculas (aunque con sus ciertas peculiaridades) con el que el mismísimo Quentin Tarantino tiene una relación especial. Sobre todo, en lo que concierne a su secuela.

Quentin Tarantino, amante del terror clásico

Quentin Tarantino puede ser criticado por un buen puñado de cosas, pero desde luego, no por dejar bastante claras cuáles son sus principales referencias cinematográficas. Solo es necesario echar un vistazo a películas como Django Desencadenado, Kill Bill o Los odiosos ocho para darse cuenta de cuáles son las mayores referencias a lo largo de la vida del popular cineasta.

El director de Pulp Fiction ha declarado en numerosas ocasiones que siempre ha sentido un cariño especial por los westerns clásicos, la ciencia ficción o los films de artes marciales de antaño. Pero hay género que no ha tocado demasiado, al menos desde detrás de las cámaras, como es el cine de terror. Lo más parecido fue su actuación en Abierto hasta el amanecer, de su amigo Robert Rodríguez.

Aunque bueno, en primer lugar, aquel film no fue suyo, y tampoco podía considerarse terror en el sentido más estricto de la palabra. Pero a pesar de todo, Tarantino ha reconocido en numerosas ocasiones ser un apasionado de este género, por mucho que (al menos hasta el momento) no lo haya demostrado demasiado por él mismo en su propio trabajo en Hollywood.

Tarantino y La matanza de Texas

Curiosamente, hay una saga de terror con la que el cineasta tiene una relación especial: La matanza de Texas. Tal y como ha declarado recientemente, la primera parte de esta veterana franquicia es para él una película perfecta (igual que Toy Story 3, que también lo comentó hace poco). A pesar de lo austera que fue la producción y poco adornado que resultó el estreno definitivo.

Pero a pesar de ese cariño por La matanza de Texas, con su motosierra, su fotografía sucia y su gore sin adornos, hay una película que el director ha reconocido que no le gusta en absoluto: la segunda parte de La matanza de Texas, dirigida también por el mismo Tobe Hooper y estrenada en 1986. Tarantino asegura haberla visto dos veces en el cine, sin que lograra atraparle.

La razón parece obvia. En La matanza de Texas 2, Tobe Hooper decidió alejarse del tono realista y macabro de la primera película para explorar algo muy distinto: una comedia de terror. Sin caer en la autoparodia (no del todo, al menos), el director apostó por el humor negro, cambiando totalmente de registro. Tarantino no lo compró, y muchos fans tampoco.

Para otros, en cambio, es una película de culto.

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