El hombre que accidentalmente arrojó un disco duro con millones de euros en criptomonedas al vertedero se entrega: ahora demanda al ayuntamiento para

El hombre que accidentalmente arrojó un disco duro con millones de euros en criptomonedas al vertedero se entrega: ahora demanda al ayuntamiento para recuperar el valor perdido

En un caso que ha conmocionado a la opinión pública, un hombre ha reconocido haber arrojado accidentalmente un disco duro que contenía más de 250 millones de euros en criptomonedas en un vertedero. El individuo, que ha preferido mantener su anonimato, se ha entregado a las autoridades y ahora está exigiendo al ayuntamiento que le ayude a recuperar el valor perdido. La noticia ha generado un gran revuelo en el mundo de las criptomonedas y ha puesto en entredicho la seguridad de estos activos digitales. En las próximas líneas, se desvelarán más detalles sobre este increíble caso y las consecuencias que puede tener para el mundo financiero.

El hombre que tiró un disco duro con Bitcoin al vertedero demanda al ayuntamiento por entorpecer su búsqueda

James Howells, un hombre del Reino Unido, cometió un error fatal en 2013 cuando tiró a la basura un disco duro que contenía 7.500 Bitcoins, valorados actualmente en unos 647 millones de dólares, algo más de 595 millones de euros.

En ese momento, Howells no podía imaginar que el precio de la criptomoneda podría ascender a tales cotas. Ahora, años después, el hombre no se rinde y ha demandado al ayuntamiento de Newport, en el sur de Gales, por entorpecer su búsqueda.

Un tesoro escondido en el vertedero

El disco duro con acceso a la billetera de Bitcoin está valorado actualmente en unos 647 millones de dólares, algo más de 595 millones de euros. Sin embargo, el consistorio no ha querido estar vinculado con la búsqueda, alegando que el disco duro podría estar enterrado a unos 15 metros de profundidad bajo toneladas de basura.

Howells pidió permiso para rebuscar en el vertedero municipal, incluso llegó a ofrecer el 25% del valor de sus Bitcoins como recompensa a las autoridades de la ciudad de Newport. Sin embargo, el ayuntamiento se niega a colaborar, argumentando que la búsqueda sería como encontrar una aguja en un pajar.

La demanda contra el ayuntamiento

Howells ha demandado al ayuntamiento de Newport y les acusa de haber perdido su disco duro. El británico lleva más de una década intentando convencer al gobierno local para que le deje buscar su memoria en el vertedero, incluso ha contratado un equipo de excavación para mover las 100 toneladas de basura bajo las que se encuentra su memoria.

Si Howells consiguiese recuperar el disco duro, podría haber una posibilidad de un 80% de que se pudiese leer. El británico le daría cerca de 60 millones de euros al ayuntamiento de Newport, pero el portavoz ha asegurado en un comunicado que se niegan debido a los problemas medioambientales que provocaría rebuscar entre más de una década de basura.

Los problemas medioambientales

El portavoz del ayuntamiento ha asegurado que el consejo le ha dicho al Sr. Howells en múltiples ocasiones que la excavación no es posible según nuestro permiso ambiental y que un trabajo de esa naturaleza tendría un enorme impacto ambiental negativo en el área circundante. El consejo es el único organismo autorizado para realizar operaciones en el sitio.

La excavación tendría un coste de 13 millones de dólares y tardaría entre 18 y 36 meses en encontrar el disco duro con las criptomonedas, si finalmente lo consiguiesen. El propietario tendría que esperar otro año para restaurar la memoria flash y que se pudiese leer sin que su contenido sufra daños.

La intención original

James Howells ha asegurado que su intención original no era denunciar al ayuntamiento de Newport, solo quería presionarles para que acelerasen el proceso. En contra de lo que esperaba el hombre, la situación vuelve al punto de partida.

La historia de Howells es un ejemplo de cómo la codicia y la falta de visión pueden llevar a tomar decisiones desafortunadas. Ahora, solo el tiempo dirá si el británico podrá recuperar su tesoro escondido en el vertedero.