El ayuntamiento de Madrid impone un embargo total a la renta de patinetes en la ciudad

El ayuntamiento de Madrid impone un embargo total a la renta de patinetes en la ciudad

En un movimiento sin precedentes, el Ayuntamiento de Madrid ha decidido imponer un embargo total a la renta de patinetes en la ciudad. Esta medida, que entrará en vigor de inmediato, busca garantizar la seguridad de los ciudadanos y reducir los problemas de tráfico causados por la creciente popularidad de estos vehículos. Con esta decisión, el Consistorio madrileño busca ordenar el tráfico y proteger a los peatones y conductores, que han denunciado la inseguridad y el desorden causados por la falta de regulación en la circulación de patinetes en la capital.

Madrid dejará de contar con patinetes eléctricos de alquiler a partir de octubre

La ciudad de Madrid dejará de disponer de una opción de micromovilidad sostenible a partir del próximo mes de octubre. El alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, ha comunicado que retira la licencia a las tres empresas de patinetes de alquiler que operan en la ciudad: Lime, Dott y Tier Mobility.

En la nota de prensa, el ayuntamiento acusa a las tres compañías de incumplir las obligaciones establecidas en las bases. Esta medida solo afecta a los patinetes de alquiler, no a los particulares, que podrán seguir circulando con normalidad.

Lime ha asegurado en un comunicado que cumple con todos los requisitos del ayuntamiento, y se lamenta que se haya tomado la decisión de forma unilateral, sin hablar con las operadoras de los patinetes eléctricos, y con los propios usuarios.

El fin de los patinetes de alquiler en Madrid

Las tres empresas tendrán 20 días para presentar alegaciones, pero la intención del ayuntamiento es no conceder más licencias a Lime, Dott y Tier Mobility, y terminar con los patinetes de alquiler a partir del 1 de octubre.

Así lo ha dicho el propio alcalde de Madrid, en la rueda de prensa posterior al anuncio: el Gobierno municipal no volverá a conceder nuevas autorizaciones para este servicio, ya que se ha comprobado que el mercado no puede atender a las necesidades establecidas por el Ayuntamiento que garanticen la máxima seguridad posible para los ciudadanos.

En mayo de 2023, el consistorio madrileño endureció las normas de circulación de los patinetes de alquiler, limitando su número a 2.000 patinetes para cada una de las tres empresas, y la obligación de cubrir toda la ciudad, asignando cierta cantidad de patinetes a cada zona.

Además se instauraron complejos requisitos tecnológicos, como implementar un sistema que avise cuando se circula o aparca en zona no autorizada.

Ahora el ayuntamiento asegura que las tres empresas de patinetes de alquiler, Lime, Dott y Tier Mobility, se han saltado estas normas: No han llevado a cabo el despliegue equilibrado de patinetes requerido en toda la ciudad. El Ayuntamiento no ha podido confirmar esa distribución a causa de la falta de información remitida por las empresas.

Los técnicos municipales no tienen constancia de que se haya implantado la tecnología para impedir aparcar en lugares no autorizados y, como han podido comprobar, circulan o estacionan en lugares prohibidos.

El consistorio madrileño también acusa a las compañías de una insuficiente cobertura de los seguros, y de no haber impartido cursos de funcionamiento y normativa a sus clientes.

Lime, una de las empresas afectadas, ha emitido un comunicado en el que la decisión se ha tomado sin tener en consideración la visión de las operadoras en ningún momento. Y asegura que su operativa se ha realizado acorde a los requisitos de autorización.

La empresa lamenta que esta decisión supone un cambio inesperado y perjudicial no solo para las compañías comprometidas y sus usuarios, sino para el conjunto de la ciudad de Madrid, que dejará de contar con un servicio de micromovilidad accesible y sostenible para desplazarse por la ciudad.

Otras ciudades han prohibido los patinetes de alquiler, como París. Pero en este caso se llevó a cabo una votación entre los ciudadanos, antes de tomar la decisión.

A partir de octubre, Madrid perderá así un sistema de transporte ecológico y barato, en una ciudad afectada por altos índices de contaminación.