Ante la noticia que nos ocupa, debemos detenernos un momento para reflexionar sobre el impacto emocional que puede tener en las personas que han experimentado la pérdida de un ser querido. En este sentido, la historia de una madre que descubre que un chatbot de inteligencia artificial (IA) ha sido creado a imagen y semejanza de su hija fallecida, nos hace tomar conciencia de la importancia de abordar temas como la muerte y la pérdida con la debida sensibilidad y respeto.
La madre en cuestión relata que el encuentro con el chatbot la ha hecho revivir el trauma de nuevo, recordando momentos dolorosos de su pasado. Esta situación nos recuerda que, aunque la tecnología puede avanzar a pasos agigantados, es fundamental considerar la privacidad y los sentimientos de aquellos que han experimentado una pérdida irreparable.
La muerte digital: un chatbot de IA revive a una víctima asesinada, conmocionando a su madre
No cabe duda de que la posibilidad de traer de vuelta a la vida a quienes se han ido ha atraído siempre la atención por ese morbo que se esconde detrás y la necesidad de muchos de recuperar lo perdido.
En los últimos años, los avances en inteligencia artificial han hecho que la idea de revivir a los muertos” parezca más cercana a la realidad que nunca. Sin ir más lejos, en China, este negocio está viviendo un boom, ofreciendo a todo tipo de personas la posibilidad de mantener una conexión con sus seres queridos fallecidos a través de avatares digitales.
Creados a partir de fotos y clips de audio, permiten conversaciones muy básicas, pero que sirven al menos de consuelo para esa persona.
Un caso conmocionante
Y, precisamente, algo similar ha ocurrido con Jennifer Ann Crecente, una joven asesinada en 2006 que revivió recientemente y en este caso como un chatbot de inteligencia artificial.
Sin embargo, en este caso la intención no era precisamente llevar a cabo este acto.
Fue como revivir el trauma de nuevo, comentó Drew Crecente, padre de Jennifer, a la revista Business Insider.
El chatbot se presentaba como una experta en periodismo y usaba la foto del anuario de Jennifer.
Cuando Drew lo encontró, ya había sido utilizado en al menos 69 conversaciones.
Lo más preocupante es que ni él ni ningún familiar habían dado permiso para usar la identidad de Jennifer de esta manera.
Reacciones y consecuencias
Inmediatamente, Drew contactó con Character.ai para que eliminaran el chatbot y tomaran medidas para evitar que algo así volviera a ocurrir.
La empresa respondió rápidamente, eliminando el bot por violar sus políticas de suplantación de identidad.
Sin embargo, para Drew, el daño ya estaba hecho.
Realmente no se conocen los efectos que esto puede provocar si se hace a gran escala, estamos creando un universo paralelo donde por primera vez en la historia de la humanidad la muerte ‘no existe’, nos explicaba Fernando Pérez Borrajo, Cofundador y Director Corporativo de Aunoa.
Pero es que aparte de los problemas éticos todavía por evaluar se plantean de inmediato una serie de cuestiones legales, como el tratamiento de los derechos de propiedad e imagen y se crean problemas relacionados con, por ejemplo, la suplantación de una persona fallecida y para los que no tenemos un marco legal, agregó.
Este caso plantea cuestiones éticas y legales importantes sobre el uso de la inteligencia artificial para revivir a las personas fallecidas, y es necesario que se tomen medidas para proteger la privacidad y la dignidad de los difuntos y sus seres queridos.
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