En el panorama cinematográfico de la década de 1960, un actor emergente llamado Clint Eastwood revolucionó el género del western con una trilogía de películas que cambiarían para siempre la forma en que se contaban las historias del Oeste. Con 'A Fistful of Dollars', 'For a Few Dollars More' y 'The Good, the Bad and the Ugly', Eastwood se convirtió en un ícono del cine, interpretando al personaje de El Hombre sin Nombre, un cowboy taciturno y letal que se convirtió en símbolo de la época. En este artículo, exploraremos cómo esta trilogía clásica del dólar sentó las bases para una nueva generación de westerns y cómo Eastwood se consolidó como una de las figuras más influyentes de la historia del cine.
Clint Eastwood, el pistolero que revolucionó el western
Hay películas que, sin ser necesariamente originales ni pretenderlo en lo más mínimo, terminan por crear un género propio. O, en no pocas ocasiones, lo que podría considerarse un subgénero. Los films de monstruos gigantes o “kaiju eiga” no existirían sin Godzilla (la original de 1954 y que sentó las bases del género), aunque antes existieran King Kong o El Monstruo de tiempos remotos.
Pues algo similar sucede con el western, o más concretamente con el llamado “spaguetti western”, un término despectivo que acabó por acuñar un género propio, que en muchos casos hizo de la necesidad virtud. Pero si realmente existen dos culpables, esos fueron realmente Clint Eastwood y su célebre trilogía del dólar, que logró un éxito que nadie esperaba en su momento.