Ridley Scott nos sorprende con un thriller olvidado que demuestra su compromiso con el cine clásico
El reconocido director Ridley Scott nos brinda una sorpresa más en su carrera cinematográfica, sacando a la luz un thriller olvidado que ha estado guardado en su archivo durante años. Esta nueva producción es un ejemplo más del compromiso del director con el cine clásico, un género que ha sido siempre muy querido por el público. Con su estilo característico y su habilidad para crear atmósferas tensas y emocionantes, Scott nos transporta a un mundo de suspense y misterio que nos dejará con el aliento contenido. ¿Qué nos deparará esta nueva película del maestro del cine? ¿Cuál es el secreto que ha estado escondido durante tanto tiempo? ¡No te pierdas la oportunidad de descubrirlo!
Ridley Scott nos sorprende con un thriller olvidado que demuestra su compromiso con el cine clásico
A pesar de ser uno de los grandes directores de Hollywood, Ridley Scott no da la impresión de ser de los que eligen siempre el camino fácil. Más bien al contrario.
Un buen ejemplo de ello puede considerarse el clásico film de culto Blade Runner: tuvo una producción complicada y tuvieron que pasar décadas para que el público y los críticos la entendieran realmente.
Aunque si probablemente existe una película difícil en la trayectoria del director de Alien, seguramente esa fuese Black Rain. Un caso cuanto menos curioso: a pesar de que en su momento sí se logró convertir en un éxito comercial, mucha gente la ha olvidado, y es habitual que no se ponga en valor lo que este peculiar thriller ofrecía, y en gran medida sigue ofreciendo.
Ridley Scott en un Japón cambiante
Si piensas en Blade Runner, uno de los grandes clásicos de Ridley Scott, seguramente te venga a la cabeza su oscura ambientación, la cual marcó en gran medida las bases del ciberpunk. Enormes rascacielos, calles tenuemente iluminadas por las luces de neón, mezcla de tradición y modernidad, de opulencia y sencillez. Es decir, muchas de las cosas que simbolizan a Japón.
No es casualidad, de hecho, que nada más comenzar la película apareciese una geisha en una de las pantallas de la decadente ciudad del film. Que Ridley Scott se fijó en Japón para dar vida a Blade Runner era obvio. Por eso tenía sentido que también él se encargara de Black Rain, un thriller de acción neo-noir que tenía en su ambientación nipona uno de sus grandes atractivos.
Curiosamente, aunque Scott terminara por dirigir la película y darle su propio sello (la fotografía de la cinta es impresionante), este no fue la primera opción para hacerlo. Paul Verhoeven, que había triunfado con una de las franquicias más populares de los años 80, Robocop, iba a encargarse del film. Pero complicaciones logísticas lo apartaron finalmente del proyecto.
La trama de la película
La trama de la película sigue a Nick Conklin (Michael Douglas), un policía de Nueva York que, junto a su compañero Charlie Vincent (Andy García), es asignado a escoltar a un miembro de la yakuza, Sato (Yusaku Matsuda), de regreso a Japón tras haber sido arrestado en Estados Unidos. Sin embargo, Sato, lo que obliga a los dos policías a colaborar con la policía local para encontrarlo.
Un clásico olvidado
Con virtudes como su gran reparto protagonista o la oscura ambientación que Ridley Scott le dio a las calles de Osaka y Tokio, Black Rain logró unas críticas generalmente positivas. Y lo que fue más importante: el apoyo del público. El film costó 30 millones de dólares y logró recaudar 134 en todo el mundo.
Lo curioso es que, a pesar de este éxito comercial, hoy por hoy la película ha sido bastante olvidada, pasando a un segundo plano dentro de la carrera del director de Gladiator. De hecho, aunque puede alquilarse o comprarse en Amazon Prime Video, ni siquiera es habitual encontrarle “gratis” en ninguna plataforma. Por calidad, eso seguro, merece la pena recuperarla.
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