- También conocidos como cables de servicio, ¿qué función tienen los haces de cables que se ven a ambos lados de las carreteras?
- Los cables que te rodean: descubre la función secreta de los haces de cables que cruzan la carretera
- Los cables que contribuyen en la mejora de las vialidades
- Las ventajas de la instalación de estos cables
También conocidos como cables de servicio, ¿qué función tienen los haces de cables que se ven a ambos lados de las carreteras?
Los haces de cables que se observan a ambos lados de las carreteras son un elemento común en el paisaje urbano y rural. Sin embargo, pocos conocen la función principal que estos cables desempeñan en nuestra vida diaria. También conocidos como cables de servicio, estos conjuntos de cables y tuberías tienen una importancia crítica en la infraestructura de las comunicaciones y los servicios públicos. En este artículo, vamos a explorar detalladamente la funcionalidad de estos haces de cables y por qué son fundamentales para nuestras necesidades diarias.
Los cables que te rodean: descubre la función secreta de los haces de cables que cruzan la carretera
Cuando viajas por carretera, es habitual encontrarte con radares de velocidad, señales de tráfico, señalizaciones temporales y, en ocasiones, obras en la vía que te obligan a reducir la velocidad del coche o cambiar de carril. Sin embargo, es posible que también te hayas topado con unos cables negros que cruzan la carretera y te hayas preguntado para qué están ahí o cuál es su función.
Aunque a simple vista parezcan inofensivos, desempeñan un papel crucial en el tráfico y la vialidad. Los cables que cruzan la carretera están diseñados para recopilar información valiosa sobre el tráfico vehicular.
Los cables que contribuyen en la mejora de las vialidades
Estos cables se colocan en puntos estratégicos de la vía para contar el número de coches que pasan, identificar el tipo de vehículo y medir la velocidad a la que circulan. Al final, esta información se utiliza para tomar decisiones clave sobre las incidencias del tráfico, el mantenimiento de las carreteras y la planificación de futuras infraestructuras.
Están fabricados principalmente de goma resistente y, en su interior, contienen aire. Su funcionamiento es bastante sencillo: cuando un coche pasa sobre el cable, la presión ejercida provoca una pequeña onda de aire que viaja hasta un sensor.
Este sensor es capaz de registrar cada vez que un vehículo pasa por encima del cable, y dependiendo de la configuración, puede captar datos como la velocidad del coche y el tiempo transcurrido entre el paso de uno y otro.
