En un sorprendente giro de los servicios en línea, un español se ha autoproclamado como el Casamentero de la Ruina, ofreciendo sus servicios para arruinar bodas a cambio de una suma considerable de dinero. Este individuo, que prefiere mantener su anonimato, cobra un mínimo de 500 euros por cada evento que logra desbaratar. Lo más impactante es que su agenda está llena y parece que no le falta trabajo. Según sus propias palabras, cada guantazo son 50 euros más, lo que sugiere que su tarifa puede variar dependiendo de la complejidad y el alcance de la misión. ¿Cómo es posible que alguien ofrezca servicios tan controvertidos y, lo que es más sorprendente, que haya gente dispuesta a pagar por ellos?
El 'Casamentero de la Ruina' arruina bodas por 550 euros: su agenda llena de 'guantazos'
Probablemente, lo hayas visto en alguna película. Una pareja se encuentra ante el altar para recibir los votos nupciales, cuando algún amante despechado o algo por el estilo irrumpe entre los asistentes para alegar que esa boda no debe celebrarse. Por lo general, por celos, aunque también puede haber otras razones, dependiendo de lo disparatado de cada film.
Sin embargo, lo que cuesta más imaginar es que este tipo de situaciones realmente se produzcan en el mundo de verdad. Y no solo eso: que exista una persona que haya hecho de este incómodo momento una forma de vida a nivel profesional. Pero ya se sabe lo que se dice: la vida real siempre tiende a superar a la propia ficción.
De profesión: saboteador de bodas
El sujeto lo ha explicado en sus redes sociales. De profesión: saboteador de bodas. Se podría hablar largo y tendido de las bodas, lo que estas han significado tradicionalmente y lo que suponen, más o menos anacrónicamente, en la actualidad.
Pero de lo que no hay duda es de que, más allá de toda la parafernalia romántica, hay un sentido práctico para casarse, que forma parte de la ingeniería social que se repite en casi todos los rincones del mundo. Pero si existe un sentido práctico para celebrar una boda, ¿por qué no también para impedir que esta se produzca?
Eso fue lo que debió de pensar Ernesto, un español que decidió empezar a ganarse la vida arruinando las bodas ajenas. Supuestamente, para socorrer a aquellos hombres o mujeres que no son capaces de dar el paso y abandonar a su media naranja sin ayuda.
El proceso de sabotaje
Tal y como él mismo asegura en el programa Y ahora Sonsoles de Atresmedia, el proceso que lleva a cabo para impedir los casamientos no puede resultar más sencillo: se hace pasar por un amante y pide al interesado en cuestión que se fugue con él. En realidad, puesto que todo se trata de una pantomima, Ernesto no parece tener reparos en fingir que es el amante de la novia o del novio, para el caso…
¿Suena surrealista? Puede que lo sea, pero lo cierto es que, al menos según el propio Ernesto, se trata de un negocio muy lucrativo. Si llama la atención que haya tenido un solo cliente, sorprende aún más que confiese que muchas personas han recurrido a lo largo del tiempo a sus particulares servicios.
La tarifa del saboteador
Los riesgos de romper el amor. Este saboteador de bodas incluso tiene tarifa: 550 euros por entrometerse en el supuesto amor ajeno. Al parecer, el trabajo requiere de algo de planificación después de todo, y cada caso acostumbra a tener sus particularidades. Por ejemplo, está el riesgo de que alguien termine por golpearle (el novio, la novia, algún invitado o vete tú a saber).
Pero también eso lo tiene previsto. Dentro de su precio, Ernesto solicita 50 euros adicionales por cada bofetada que se lleve cada vez que interrumpa una boda. Desde luego, no se puede negar que el hombre tenga iniciativa y creatividad a la hora de buscarse la vida, eso seguro…
Imagen de portada: TikToK de Y ahora Sonsoles (Atresmedia)
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Etiquetas: Curiosidades
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