- Tres aspectos fundamentales que distinguen el funcionamiento de un vehículo de hidrógeno de uno de gasolina
- El coche de hidrógeno: ¿la verdadera alternativa al coche de gasolina?
- Ventajas del coche de hidrógeno
- Diferencias entre el coche de hidrógeno y el coche de gasolina
- La combustión
- El depósito de hidrógeno
- Repostaje
Tres aspectos fundamentales que distinguen el funcionamiento de un vehículo de hidrógeno de uno de gasolina
En la búsqueda de soluciones sostenibles y respetuosas con el medio ambiente, los vehículos de hidrógeno están revolucionando la industria automotriz. Aunque pueden parecer similares a los vehículos de gasolina, existen tres aspectos fundamentales que los distinguen en su funcionamiento. En este artículo, exploraremos las principales diferencias entre estos dos tipos de vehículos, destacando la eficiencia energética, la emisión de gases de efecto invernadero y la fuente de energía que los hace funcionar. Entendiendo estas claves, podremos apreciar el potencial de los vehículos de hidrógeno para transformar el futuro del transporte.
El coche de hidrógeno: ¿la verdadera alternativa al coche de gasolina?
Dicen que el futuro es el coche eléctrico, pero muchos creen que la verdadera alternativa debería ser el coche de hidrógeno. ¿En qué se diferencia del coche de gasolina?
Ventajas del coche de hidrógeno
El hidrógeno es uno de los materiales más abundantes de la Naturaleza, lo encontramos en el agua y el aire, es inagotable. Así que es relativamente barato de conseguir, aunque cuesta bastante dinero transportarlo y almacenarlo.
Otra ventaja del coche de hidrógeno es que, además de no contaminar, expulsa vapor de agua, así que purifica el ambiente.
Diferencias entre el coche de hidrógeno y el coche de gasolina
Nuestro compañero Mario Herráez de Auto Bild ha investigado las diferencias más relevantes entre ambos tipos de vehículo.
La combustión
La primera y más importante es, obviamente, la combustión. Como los coches de gasolina y, a diferencia de los eléctricos, los coches de hidrógeno también realizan una combustión, aunque es muy diferente a la de la gasolina.
Estos vehículos generan electricidad al recoger oxígeno del aire, y mezclarlo con el hidrógeno del depósito. Esta electricidad es la que mueve el motor. Se libera vapor de agua por el tubo de escape, así que no contaminan y además limpian el aire.
El depósito de hidrógeno
Otra diferencia la tenemos en el depósito del hidrógeno. No puede almacenarse a temperatura ambiente, como la gasolina: exige una presión muy alta y muy bajas temperaturas.
Además, el hidrógeno es muy voluminoso, así que se necesitan depósitos muy grandes para ofrecer una autonomía similar a la de un coche de gasolina. Por eso los vehículos de hidrógeno suelen tener los maleteros más pequeños.
Estos depósitos tienen una vida útil de 15 años. Pasado ese tiempo hay que cambiarlos por normativa, para prevenir fugas.
Repostaje
El repostaje es muy similar a los coches de gasolina, y se tarda lo mismo. En esto aventajan a los eléctricos. Sin embargo, como hemos visto, su almacenaje es caro, se requiere mucha presión y muy bajas temperaturas. Por eso hay muy pocas hidrogeneras en España. Es su gran hándicap, por ahora: hay muy pocos sitios para repostar, y no puedes hacerlo en casa como con un eléctrico.
Como vemos, hay diferencias técnicas importantes entre un coche de hidrógeno y un coche de gasolina, pero a la hora de usarlos, tanto en el repostaje como en el mantenimiento, son bastante similares.
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Etiquetas: Medio Ambiente
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