En el mundo de la ciencia ficción, pocas cosas son tan emocionantes como el ciberpunk, un género que explora las posibilidades y los peligros de un futuro dominado por la tecnología. Ahora, una nueva película de animación francesa nos lleva a un viaje a la era digital, donde se fusionan las influencias de clásicos como Ghost in the Shell, Blade Runner y Asimov para crear un homenaje al ciberpunk. Con su estética futurista y su trama llena de giros y sorpresas, esta película promete ser un tributo a la ciencia ficción más pura y dura. ¿Qué nos deparará este viaje a la era digital? ¿Cómo se combinarán estos iconos de la ciencia ficción para crear algo nuevo y emocionante? ¡Descúbralo con nosotros!
Un viaje a la era digital: la película francesa que homenajea a Ghost in the Shell, Blade Runner y Asimov
Dentro de la ciencia ficción, el subgénero ciberpunk tiene unos referentes muy marcados. Entre ellos, habría que incluir sí o sí su gran referencia cinematográfica, Blade Runner (basada en la novela no tan ciberpunk ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?) o clásicos de la animación japonesa como Ghost in the Shell. A nivel literario, Neuromante de William Gibson podría decirse que inventó el género como tal (a menos a nivel conceptual, quizá Ridley Scott hiciera lo propio a nivel estético) y el maestro Isaac Asimov puso la guinda con sus robots y las correspondientes leyes para dominarlos.
Pues bien, todo ello está, de una forma u otra, en una película francesa imprescindible para los fans del género.
La película ciberpunk francesa inspirada en Ghost in the Shell
En realidad no hay mucho de original en Mars Express, la cinta de animación francesa estrenada en 2023. En ella, una detective privada cibernética y su particular compañero deben viajar a Marte para investigar la desaparición de una hacker. Todo, con una pronunciada atmósfera ciberpunk que homenajea sin demasiados disimulos todos los clásicos del género.
La influencia más obvia es la de Ghost in the Shell. Personajes, desarrollo, escenarios, situaciones… todo en Mars Express recuerdan a la mítica producción nipona, aunque también hay bastante de Asimov, por aquello de los robots, su independencia y demás, o de Blade Runner. La animación, por su parte, bebe claramente del cómic europeo y tiene un estilo bastante clásico.
Pero que la película no sea el culmen de la originalidad (pocas películas de género lo son, para ser francos, ya se trate de ciencia ficción, terror, gánsters, etcétera), no quiere decir que haya elementos curiosos en torno a ella. El primero, su origen, claro. No se suelen hacer este tipo de películas en territorio europeo. En ese sentido, es meritorio el esfuerzo del director galo Jérémie Périn.
Por otro lado, también hay que tener en cuenta que la película pasó por los cines de manera prácticamente fugaz. Lo que provocó que apenas lograra recaudar algo más de un millón de euros, de los nueve que costó hacerla. Por eso, su llegada ahora a la plataforma Disney+ no puede considerarse un estreno como tal, pero en cierta medida sí que lo podría parecer.
Una historia conocida (o casi)
Lo más probable es que si eres fan de la ciencia ficción en general y del ciberpunk en particular, sientas una cierta sensación de déjà vu al disfrutar de esta película. Tiene muchísimos lugares comunes. Si esto último es positivo o no, depende de los gustos de cada espectador, claro. Pero también hay algunos giros interesantes en ella, o ideas que son relativamente interesantes.
La película profundiza de nuevo en la relación entre humanos y robots, o en la eterna pregunta de qué es lo que nos hace realmente humanos. El compañero de la protagonista, Carlos, es una especie de copia de una persona fallecida años atrás, y tiene su miga. Si eres seguidor del género, o Ghost in the Shell está entre tus películas fetiche, no deberías dejar de darle una oportunidad.
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