La plataforma de mensajería Telegram ha generado controversia al ser calificada como un Salvaje Oeste sin control policial, debido a la falta de regulación y supervisión que caracteriza su funcionamiento. Esta popular aplicación ha sido objeto de una advertencia por parte de expertos, quienes señalan su lado oscuro y los riesgos que conlleva su uso indiscriminado. La facilidad para crear canales de difusión sin restricciones ha propiciado la propagación de contenido inapropiado y desinformativo, lo que plantea serias interrogantes sobre la seguridad y privacidad de los usuarios. Ante esta situación, es imperativo que se tomen medidas para abordar los potenciales peligros que representa este entorno virtual sin límites ni controles.
Telegram: el paraíso de los ciberdelincuentes y su lucha contra la regulación
El oscuro mundo del crimen online ha encontrado un nuevo hogar en la más que conocida aplicación de mensajería Telegram. Desde armas de fuego hasta drogas, tarjetas bancarias clonadas e información sobre ciberataques, parece que en la app se vive un absoluto libre albedrío.
Lo cierto es que ha pasado de tener chats privados a traer todo tipo de funciones nuevas cada año, herramientas para compartir archivos grandes, grupos de hasta 200.000 personas y canales con suscriptores ilimitados.
Pero el problema sigue más allá. Expertos en criminología y ciberseguridad han identificado a Telegram como la nueva web oscura, donde delincuentes y piratas informáticos pueden operar de una forma aparentemente impune.
La oscura cara de Telegram: anonimato y delitos en la red
Con 900 millones de usuarios activos mensuales y con una gran cantidad de grupos y canales dedicados a actividades ilegales, se ha convertido en un paraíso para aquellos que desean cometer delitos.
Tomando como periodo de referencia la pandemia de COVID-19, Iván Rodríguez, abogado, comenta a Computer Hoy que Telegram ha mostrado una mayor permisividad, facilitando la creación y expansión de canales masivos y privados, entre los que se compartía información de lo más diversa (fake news).
Telegram bajo la lupa: ¿puede la Policía controlar el Salvaje Oeste digital?
Una de las partes clave de Telegram es la facilidad con la que los usuarios pueden mantener su anonimato. Si bien esta y otras tantas características han sido criticadas por permitir el ciberacoso y la proliferación de contenido ilícito, también ha demostrado ser una herramienta poderosa para la Policía.
La percepción de impunidad se ve reforzada por la naturaleza de la propia aplicación, que hace que sea más difícil interceptar y rastrear las actividades ilegales. A diferencia de otras apps más conocidas como WhatsApp, donde las actividades delictivas a menudo son vigiladas de cerca, Telegram ofrece un grado de opacidad que puede dificultar el trabajo de las autoridades.
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