En un movimiento sin precedentes, el estado de Texas ha iniciado un proceso de sustitución en el ámbito de la examinación de conductores. Con la implementación de inteligencia artificial, se llevará a cabo el reemplazo de 4.000 examinadores por sistemas automatizados. Esta decisión, que ha generado controversia y debate, plantea un nuevo paradigma en el sector de la evaluación de habilidades de conducción. La introducción de esta tecnología disruptiva promete agilizar y optimizar los procesos de evaluación, reduciendo tiempos y costos. Sin embargo, surgen interrogantes sobre el impacto laboral y la fiabilidad de la inteligencia artificial en situaciones que requieran un juicio subjetivo. Esta transición marca un hito en la integración de la tecnología en ámbitos tradicionalmente humanos, abriendo las puertas a un futuro donde la automatización juega un papel cada vez más relevante.
Impacto de la IA en educación: examinadores de Texas reemplazados por inteligencia artificial
El marketing de la inteligencia artificial asegura que es una ayuda, un copiloto, no un sustituto del trabajador. Pero nuestro instinto nos dice lo contrario. La inteligencia artificial está capacitada para sustituir a los humanos en multitud de empleos, y aquí tenemos un ejemplo: 4.000 examinadores de Texas se quedarán sin trabajo este curso, porque han sido sustituidos por la IA.
En Texas, como en otros muchos estados de Estados Unidos, todos los alumnos de colegios e institutos llevan a cabo el examen STAAR, un test que mide sus conocimientos en materias como la escritura, lectura, ciencia y estudios sociales.
Para llevar a cabo este examen, que realizan todos los estudiantes menores de 18 años, Texas contrata a 6.000 examinadores temporales cada año: profesores que, durante unas semanas, corrigen los exámenes. En 2024 van a contratar a menos de 2.000, porque los exámenes serán corregidos por una inteligencia artificial.
Polémica en Texas: Profesores sustituidos por IA en corrección de exámenes estatales
El estado de Texas usa el test STAAR para medir el nivel de cada colegio e instituto. Si es muy bajo puede intervenir, sustituyendo a la junta educativa. En los cursos de instituto, los alumnos deben aprobarlo para graduarse, así que es un examen importante.
La decisión del estado de Texas ha generado dos polémicas diferentes, según cuenta la prensa local, como The Texas Tribune.
En primer lugar está el tema de los examinadores. José Ríos, director de evaluación de estudiantes de la Agencia de Educación de Texas, asegura que dejando de contratar a 4.000 examinadores, el estado se ahorra entre 15 y 20 millones de dólares al año. Muchos se preguntan si dejar de contratar gente que va a producir riqueza con ese gasto, es ahorrar dinero.
La segunda polémica tiene que ver con los exámenes que va a corregir la IA. No se trata de preguntas tipo test, donde es difícil que falle. Este año los exámenes usarán preguntas del tipo redacción libre, porque como en casi todos los países, la juventud educada con los móviles, que no lee libros, no sabe expresarse por escrito.
El problema es que una IA va a corregir exámenes con respuestas libres, y nadie sabe qué criterios emplea esta inteligencia artificial para decidir si una explicación es buena o mala.
Según la Agencia de Educación de Texas, la IA ha sido entrenada con 3.000 respuestas que pasaron por dos rondas de puntuación humana. Los exámenes serán corregidos por la IA, y aproximadamente el 25% de ellos, serán revisados por profesores humanos.
Del mismo modo, si la IA detecta algo que no entiende, puede dar un aviso para que lo corrija un humano.
Los profesores, los alumnos, y los padres, se quejan de que se ha tomado la decisión sin consultarles. Expertos temen que una IA no sea capaz de entender ciertas respuestas de las mentes libres de los niños y jóvenes que tienen formas peculiares de pensar. O incluso que son genios y llegan a conclusiones que se salen de las normas con las que ha sido entrenada una IA.
Un profesor humano detectaría esa respuesta genial y le daría una buena puntuación. Una IA, posiblemente, le suspenderá por no seguir las normas de su entrenamiento.
Este año 4.000 profesores de Texas se van a quedar sin la paga extra o, incluso, sin el empleo de unas semanas que suponía corregir los exámenes estatales, porque se va a encargar una IA. Y esto es solo el principio.
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