La reciente noticia sobre la posible estafa de los likes en plataformas como WhatsApp y Telegram ha generado gran preocupación en la comunidad digital. Este fenómeno, que ha cobrado relevancia en los últimos meses, plantea riesgos legales y económicos tanto para los usuarios como para las empresas involucradas. La práctica de adquirir likes falsos o seguidores ficticios conlleva consecuencias que van más allá de la simple popularidad en redes sociales, ya que puede desencadenar sanciones legales por publicidad engañosa y afectar la credibilidad de las marcas. Es fundamental que los usuarios estén alerta ante este tipo de engaños digitales y que las autoridades tomen medidas para prevenir posibles fraudes en línea.
Estafa de likes en WhatsApp y Telegram: Riesgos legales y económicos para usuarios
Cada día más gente pasa horas participando en redes sociales, incluido el servicio de mensajería instantánea WhatsApp. Quizá hasta en alguna ocasión te hayas preguntado cuánto dinero ganarías si te pagaran por ello, ¿no es así? Pues bien, eso mismo es lo que parecen haber imaginado los ciberdelincuentes para crear una de sus estafas más peligrosas. ¿Imaginas un trabajo que consistiese en acciones como dar “likes” a algunos perfiles de Internet y cosas por el estilo? Suena demasiado bonito para ser verdad, y en realidad es lo que sucede realmente. Te contamos todo lo que hay que saber sobre este timo, que puede costarte miles de euros y hasta traerte problemas legales a medio o largo plazo.
La principal diferencia entre esta estafa de likes de WhatsApp y otras parecidas es que los ciberdelincuentes realmente utilizan un gancho potente para manipular a sus víctimas. No solo piden acciones tan sencillas como dar un “me gusta” a tal o cual publicación de la red social que sea, sino que además te llegan a recompensar por ello, para que sea más creíble. Al final, el trabajo promete que puedes llegar a recibir incluso en torno a 1.200 euros simplemente por realizar interacciones de ese tipo. Lo más normal, sin embargo, es que tras estos primeros pasos decidan “mudarse” de WhatsApp a Telegram. La explicación es muy sencilla: en esta última red social resulta más sencillo no dejar ningún rastro, un beneficio para ellos.
El verdadero negocio para los ciberdelincuentes, y la base de la estafa en sí, radica en que cada vez te pedirán llevar a cabo operaciones más costosas. Como por ejemplo ingresar una cierta cantidad de dinero a través de Bizum. Siempre, como suele suceder en estos casos, asegurándote que a cabo de esa “pequeña inversión” recibirás mucho más a cabo. Si uno se fija bien, es fácil darse cuenta de que el modus operandi de los timadores no se distingue demasiado de muchas otras estafas clásicas, solo que en este caso adaptándose a los medios modernos, y con una comodidad extra para ellos: no tener que dar la cara en ningún momento. Eso sí, utilizan su labia para convencer a los usuarios de manera engañosa.
Aunque así sobre el papel pueda parecer poco convincente, lo cierto es que este engaño no solo parece funcionar en mucha gente, sino que algunos incluso han llegado a perder miles de euros, entregando su dinero para después, supuestamente, recibir mucho más a cambio. Como es natural, eso al final nunca llega a suceder realmente. Pero por si esto fuese poco, el problema puede ser doble para las víctimas, ya que en algunos casos incluso pueden llegar a verse envueltas en problemas legales, por contribuir de alguna forma a un fraude. Por eso conviene andarse con ojos y recordar siempre que los trabajos que pintan demasiado bien no suelen ser auténticos. Y menos en los tiempos que corren.
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