777 es un número que ha despertado gran interés y curiosidad en diversas culturas a lo largo de la historia. Conocido como el número ángel, se le atribuye un significado especial y místico que va más allá de su valor numérico. ¿Por qué se considera el “número ángel” y cuál es su significado? En diferentes tradiciones espirituales y religiosas, el número 777 se asocia con la protección divina, la buena suerte y la realización de deseos. Se cree que cuando una persona se encuentra con el número 777 repetidamente, es una señal de que los ángeles y energías superiores están presentes en su vida, guiándola y brindándole apoyo. Este fenómeno es interpretado como un mensaje de esperanza y positividad que invita a reflexionar sobre la conexión entre lo terrenal y lo divino.
Descubre el significado del misterioso número 777, conocido como el 'número ángel'
Seguramente alguna vez hayas escuchado hablar del número 666, habitualmente asociado al diablo y todo tipo de profecías infernales. De hecho, el cine, la literatura o incluso la música han ayudado a popularizar esta cifra tan significativa. El disco “The Number of the Beast”, de los británicos Iron Maiden, es uno de los más famosos de la historia del metal.
Sin embargo, lo más curioso del asunto es que no todo el mundo conoce su contrapunto “luminoso”. Es decir, un número que vendría a ser justamente todo lo contrario, el 777. ¿Por qué se le suele llamar el “número ángel” y qué significado acostumbran a poner los más esotéricos en él?
¿Por qué el 777 es considerado el contrapunto 'luminoso' del temido número 666?
Hay que tener en cuenta que, según algunas tradiciones espirituales del mundo, el número 7 se considera un símbolo de perfección, abundancia y protección divina. Por eso, al repetirse tres veces en el número 777, se refuerza esta idea de plenitud y seguridad. Pero como suele suceder en estos casos, la superstición tiene un trasfondo un poco más profundo.
En líneas generales, el origen del número 777 tiene también ciertas similitudes con el del maligno 666. Ambos, de una forma u otra, tienen un trasfondo religioso, que ha terminado por trascender incluso en las sociedades más laicas, como sucede con tantos otros simbolismos de todo tipo. Para encontrar sus principios, nada mejor que acudir directamente a la Biblia.
777, el llamado número ángel
Ya se sabe, incluso sin ser un gran estudioso de las religiones, que la Biblia está supuestamente cargada de referencias y símbolos ocultos. Y los números no son una excepción. Concretamente, el 7 está muy presente en las Sagradas Escrituras de los cristianos. Dios creó el mundo en 7 días, o 7 son las iglesias que se nombran durante el Apocalipsis.
Quizá por eso, en ocasiones se cree que el número 777 es una especie de señal de que los ángeles o el universo están tratando de comunicarse con alguien. Positivamente, claro. Algo como el 666 pero al revés, lógicamente. Se interpreta como una señal de que estás en el camino correcto en tu vida espiritual y que estás recibiendo la guía y la protección divina.
La importancia del número 7
Más allá de la incuestionable influencia que la mitología judeocristiana tiene incluso todavía a día de hoy en gran parte del mundo, también es justo reconocer que la importancia del número 7 no se reduce solo a ella.
En muchas culturas antiguas, por ejemplo, el número 7 estaba relacionado con los ciclos cósmicos y naturales. Hay que recordar que en la astrología occidental, hay siete planetas tradicionales que, se dice, influyen en la personalidad y el destino de las personas. En la astrología china, el ciclo lunar está dividido en siete días, y cada uno está asociado con un planeta diferente.
Por no hablar de que en la cultura japonesa, el número 7 está asociado con la buena fortuna y se cree que protege contra el mal; o que en la alquimia medieval existían siete metales que representaban diferentes etapas del proceso alquímico de transmutación.
En definitiva, que ya seas un espíritu religioso o no, es natural que el número 777 tenga cierta influencia sobre ti o, al menos, sobre la gente de tu alrededor. El impacto de la historia, mitos y supersticiones siempre termina por estar ahí, de una forma u otra.
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