En el horizonte del entretenimiento audiovisual, se vislumbra un panorama desafiante para los gigantes del streaming y las tradicionales salas de cine en el año 2024. La incertidumbre se cierne sobre dos industrias que, si bien han coexistido durante años, ahora se ven obligadas a competir en un terreno cada vez más exigente. ¿Quién logrará adaptarse a las nuevas demandas del público y a los avances tecnológicos? Las plataformas de streaming se enfrentan a la necesidad de mantener su relevancia ante una audiencia cada vez más exigente, mientras que las salas de cine deben reinventarse para atraer a espectadores que valoran la comodidad y la experiencia inmersiva. El futuro de ambos sectores pende de un delicado equilibrio, ¿quién será capaz de sortear los desafíos y perdurar en un mercado en constante evolución?
El difícil panorama del cine y el streaming: ¿quién sobrevivirá?
Según lo señalado por los expertos, la situación actual de los cines a nivel mundial no presenta el panorama tan positivo que se esperaba. A pesar de un cierto repunte tras el colapso sufrido a causa de la pandemia, los números aún se encuentran muy por debajo de los registrados en 2019. Las previsiones no son alentadoras y surgen interrogantes sobre el futuro de las salas de cine tradicionales y el streaming.
Cines vs streaming: ¿cuál resistirá mejor en un futuro incierto?
En lo que respecta al streaming, a pesar de la popularidad de servicios como Netflix o Prime Video, no parece ser un modelo rentable en la actualidad. ¿Qué deparará el año 2024 para ambas formas de entretenimiento? ¿Cuál de ellas, las salas de cine tradicionales o el streaming, enfrenta mayores dificultades para subsistir?
Momentos difíciles para el cine
Existen diversas razones por las cuales la asistencia a las salas de cine ha disminuido en los últimos tiempos. Los altos precios, especialmente al considerar una salida en familia, han llevado a que el cine pase de ser una opción popular a convertirse en un lujo para muchos. A su vez, el cine compite con una amplia gama de formas de entretenimiento como series, videojuegos, viajes, musicales y aplicaciones móviles, lo cual ha impactado en la taquilla mundial.
Grandes estrenos como Dune 2, Los Cazafantasmas: Imperio helado o Godzilla y Kong: El nuevo imperio no han logrado revertir la situación. La posibilidad de regresar a producciones más modestas y enfocadas en un público selectivo se plantea como una alternativa viable para la industria cinematográfica.
La competencia principal del cine en la actualidad, el streaming, tampoco atraviesa un periodo prometedor. Plataformas como Netflix, Filmin, HBO Max, Disney+ o Prime Video han implementado medidas como anuncios publicitarios o restricciones en cuentas compartidas, lo cual indica dificultades en su rentabilidad.
La rentabilidad de las plataformas de streaming
A las complejidades previas se suma el constante aumento de precios en las plataformas de streaming, que ofrecen menos contenido por un costo mayor. La sostenibilidad financiera de estas plataformas se ve cuestionada, con pérdidas millonarias y modelos de negocio considerados insostenibles por varios medios especializados.
A pesar del crecimiento en número de usuarios, la necesidad de invertir en nuevos contenidos atractivos y su elevado costo complican la búsqueda de un equilibrio económico para las plataformas. Este escenario plantea un futuro incierto tanto para las salas de cine como para el streaming, generando dudas sobre su supervivencia y el posible surgimiento de alternativas digitales.
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